El LF. Ulises Pérez Pérez impartió la plática “Uso Racional de Medicamentos” como parte de las sesiones académicas que se realizan en el Hospital San José de Querétaro, donde recordó la importancia de que los pacientes reciban la medicación adecuada a sus necesidades clínicas, en las dosis correspondientes a sus requisitos individuales, durante un período de tiempo adecuado y al menor coste posible para ellos y para la comunidad.
Lo anterior de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, por lo que resaltó el deber de los médicos por brindar los tratamientos correctos, la explicación pertinente a los pacientes y de generar conciencia por que estos no se automediquen.
Tratamientos deben ser de eficacia, seguridad y calidad
En cuanto a la labor de los médicos, el LF. Ulises Pérez destacó que deben realizar un buen interrogatorio, analizar el problema y llegar al diagnóstico más certero posible a fin de poder prescribir un correcto tratamiento que brinde a los pacientes eficacia, seguridad y calidad.
Agregó que también es labor del médico asegurase de que el paciente tenga una participación activa para para favorecer su apego al tratamiento y mejorar su salud.
¿Por qué es importante promover el uso racional?
El LF Pérez Pérez señaló que entre las principales consecuencias de una mala medicación o un tratamiento inadecuado se encuentran el sufrimiento innecesario de los pacientes debido a que no brinda la efectividad de acuerdo a su enfermedad, pero también recordó que, por ejemplo en el uso de antibióticos, puede generar resistencia antimicrobiana, y en algunos casos, hasta enfermedades iatrogénicas, hospitalizaciones y la muerte.
Dijo que el uso irracional de medicamentos se ve predominantemente en países en desarrollo, industrializados, sector público, privado y en el hogar, sobre todo la automedicación.
“Muchos de los beneficios de una selección, una adquisición y una distribución eficientes se pueden perder a causa de la prescripción irracional y la falta de apego al tratamiento por parte del paciente”, comentó.
Además, aseguró que no brindar tratamientos adecuados genera desconfianza de la población hacia el sistema de salud, así como a los índices de demanda de los servicios curativos o preventivos.
El plano económico también se ve afectado, afirmó, ya que el uso irracional de medicamentos genera un enorme despilfarro de recursos tanto para las instituciones como para los pacientes.
Retos del uso racional de medicamentos
El especialista dijo que hoy existen muchas causalidades, arraigadas en el sistema y la población, que hacen sumamente difícil cambiar malas prácticas al prescribir un tratamiento o automedicarse como creencias culturales, sociales, actitudes o intereses económicos.
Entre ellos, señaló que quienes prescriben suelen molestarse ante cualquier interferencia en su libertad de hacerlo; para el caso de los vendedores de, lo que les interesa es incrementar los volúmenes de ventas de sus negocios; la industria farmacéutica, a fin de acrecentar sus ventas, llegan a utilizar prácticas de comercialización que chocan con las metas del uso racional de medicamentos; finalmente, en el caso de los consumidores, suelen creer que la automedicación puede reducir los costos para mejorar su padecimiento, dejando de lado el curarse.
Falta una promoción adecuada de medicamentos
La promoción inadecuada de sustancias medicinales es un problema común en México, aseveró el LF. Ulises Pérez, quien dijo que existen diferencias respecto a la exactitud del uso de estos con la información que se brinda de ellos debido a que hay falta de información completa sobre ellos, o bien las presentaciones son engañosas por parte de los representantes de estos productos.
A esto se suma el que existen diversos medicamentos que carecen de trabas para conseguirse, lo que se traduce en el uso inadecuado y retrasos en el establecimiento de un diagnóstico y un tratamiento correctos.
“La disponibilidad sin trabas puede asimismo contribuir a la aparición de resistencia a los medicamentos, interacciones medicamentosas y efectos adversos, y a un uso ineficiente de recursos escasos de las familias”, destacó.
Educación al paciente, parte de la solución
Actualmente, enfatizó la forma en que muchos pacientes utilizan sus medicamentos son conformadas por sus experiencias personales y que obtienen sus medicinas de distintas fuentes, incluido el sector no reglamentado; es por ello que categorizó que es necesario tomar acciones para educar al paciente en su uso adecuado.
Es por ello que los profesionales de la salud deben brindar a sus pacientes suficiente y adecuada información acerca de los medicamentos que toman, así como informarles sobre cómo utilizarlos y cuándo no.
Del mismo modo, se les debe enseñar a decidir cuándo está indicada la automedicación, cuándo hay que buscar consejo médico, qué afecciones no requieren medicación y el cómo hay que interpretar la etiqueta del medicamento o la información para el paciente.
Organizaciones y gobierno también deben participar en la educación
Las organizaciones gubernamentales, educadores, asociaciones profesionales, tienen papeles importantes que desempeñar en los programas de educación del público y deberían participar en su planificación, su desarrollo y su puesta en práctica.
Es por ello, señaló el LF. Pérez Pérez, que los programas de educación deben tener objetivos claros para en un proceso gradual lograr la concienciación a la adquisición de conocimientos y su uso.
Por ello consideró necesario el integrar la educación sobre el uso de medicamentos en los planes escolares como parte de la educación sanitaria a edad temprana.
Conclusiones
De acuerdo a lo expuesto por el LF. Ulises Pérez, es necesario considerar como pacientes que:
Fuente: Enseñanza