La infiltración consiste en colocar un medicamento mediante una inyección directamente en una articulación; es decir una infiltración es depositar ese medicamento directamente en la rodilla, en el hombro, en el codo, en la cadera, en el tobillo, o en cualquier de las articulaciones para quitar una molestia.
Su función es reducir o eliminar de manera rápida la inflamación de la articulación inyectando directamente un medicamento en la zona afectada. Con esto se consigue que el medicamento llegue antes y en mayor cantidad.
La infiltración no quiere decir solamente un medicamento, se pueden infiltrar varios medicamentos; no obstante, no todos funcionan es importante que no infiltren cosas que no van a funcionar, que solo sacan dinero y que tras varias infiltraciones no hay mejoría. Por tal motivo, es importante que la persona que va a infiltrar este capacitada, con estudios y que sepa qué se va a infiltrar.
En la presencia de una lesión en la rodilla u hombro se debe acudir a una consulta, en la consulta se hace una revisión, de acuerdo a está revisión, se pide ya sea radiografías o resonancia, para evidenciar con estos estudios la lesión que se tiene, y así determinar si se requiere o no de la infiltración, cirugía o terapia.
Si llega a presentar lesiones, punzadas o dolor muy específico en el hombro, o te cuesta trabajo moverlo; o la rodilla no te permite caminar, puede ser candidato a una infiltración; es importante acudir con un especialista para hacer una revisión, se toman estudios y así se va a determinar si la necesita.
En las horas posteriores a la infiltración, en ocasiones el dolor puede aumentar, por lo que se recomienda no forzar la articulación.
Fuente: Dr. Marcotulio Ortopedista y Traumatólogo Consultorio 304, Torre 3. Tel. 4766374