La mastografía es una radiografía de los senos en el que se toma una serie de placas que son interpretadas por un médico radiólogo. También se le denomina mamografía. Debe realizarse siempre en un mastógrafo y es recomendable que se lo efectúen cada año, las mujeres a partir de los 40 años. El autoexamen es útil para detectar formaciones extrañas (bolitas), secreción por el pezón y en general cualquier cambio en el área interna y externa del seno que pudiera suponer la aparición de un tumor canceroso.
La mastografía detecta con claridad formaciones extrañas tan sólo 1mm de diámetro.
Para realizarte este estudio te pedimos tomar en cuenta lo siguiente:
- La paciente debe describirle cualquier síntoma o problema al radiólogo antes del examen e informarle si está embarazada, cuenta con implantes de seno o está amamantando.
- La paciente se quita la ropa de cintura para arriba y se le da una bata para que se la ponga.
- La paciente es colocada en la unidad de mastografía, sentada, de pie o acostada.
- El seno se coloca entre las dos placas de unidad de mastografía, y se aplica presión para comprimir el tejido. La compresión del seno es necesaria a fin de obtener la mejor imagen con la menor cantidad de radiación posible.
- Se le pide a la paciente que aguante la respiración durante unos segundos mientras se toman los rayos X.
- El día del estudio no usar desodorantes, perfumes, talcos o cualquier producto químico en el área de los senos y axilas, ya que esto puede oscurecer las imágenes. Utilizar preferentemente ropa de 2 piezas. De igual manera, la paciente se debe quitar las joyas del cuello.
Las causas del cáncer de mama no se conoce, no obstante, existen algunos factores de riesgo que influyen para que este tipo de cáncer se presente:
- Antecedente personal de cáncer de mama; esto significa que de 10 a 15% de las mujeres que han padecido cáncer de mama, lo pueden presentar nuevamente.
- Las mujeres que tuenen un familiar con cáncer de mama, corren el riesgo de desarrollarlo de 2 a 4 veces más que el resto. Por ello, es importante realizarse un examen cinco años antes a la fecha en que cumplan la edad en que a su familiar se le detectó el cáncer de mama.
- Las mujeres que no tuvieron hijo o que tuvieron a su primer hijo después de los 30 años, o quienes no lactaron, presentan un incremento en las posibilidades (2 a 5) para desarrollar este cáncer.
- Las mujeres que comenzaron a menstruar antes de los 12 años y las que dejaron de hacerlo después de los 50 años, tienen una a dos veces más posibilidades de riesgo.
Fuente: CENETEC