El cuerpo humano funciona a 37ºC de manera óptima y es bastante sensible a las variaciones externas como las altas temperaturas que llegan con la primavera y pueden sobre exponerlo al calor, lo que se conoce como golpe de calor; por lo que el Hospital San José de Querétaro te comparte las siguientes recomendaciones para evitarlo.
Primero, debemos de saber que nuestro cuerpo cuenta con mecanismos que regulan su temperatura, a fin de que esta no alcance altas cifras, como el sudor o la distribución del calor mediante la sangre, expulsándolo al exterior.
Se llama golpe de calor cuando la temperatura corporal sube por encima de los 40ºC y se pierden abundantes líquidos corporales, lo que deriva en la disfunción de algunos órganos, principalmente a nivel neurológico y que puede acabar en el fallecimiento.
Los principales afectados por el golpe de calor son los menores de 6 años y las personas mayores de 65 años de edad, considerando también como vulnerables a personas con alguna discapacidad física o psicológica, enfermos crónicos y pacientes cardiacos.
Entre los síntomas más importantes están:
La sensación de piel caliente y seca, pero no sudorosa, confusión o pérdida de conocimiento, vómito frecuente, falta de aire o problemas para respirar son signos de alarma de que el cuerpo está experimentando un golpe de calor.
Si se presenta alguno de estos síntomas, se recomienda acudir de inmediato al centro de salud más cercano.
De ser posible, se recomienda mover a la persona afectada a algún lugar con aire acondicionado o ventilador.
Muy importante, si se logra identificar que la persona alcanzó una temperatura superior a los 40ºC, es necesario bañarla con agua fría hasta llegar a 38ºC; llegada a esta temperatura corporal, se debe evitar aplicar más frío para evitar hipotermias.
Finalmente, se deberá tomar cada 15 minutos la temperatura, para que en el caso que suba poder brindarle tratamientos más fríos.
Es importante que durante estos días se beban abundantes líquidos (aun cuando no se sienta sed), utilizar prendas de vestir ligeras, claras y que permitan la transpiración; aclimatarse cuando existan cambios de temperatura, como cuando estamos afuera en el sol y entraremos a algún lugar frío o viceversa.
La alimentación también es de mucha ayuda, especialmente si elegimos comida ligera y fresca como vegetales, naturales, crudos (ensaladas, frutas y verduras).
Muy importante no permanecer en vehículos estacionados o cerrados y si se sienten mareos o cansancio, descansar del trabajo (sea con demanda de actividad física o no), preferentemente en un espacio fresco y ventilado.
En casa, intentar mantener el interior fresco y bien ventilado.