El pasado 3 de marzo se conmemoró el Día Internacional de la Audición y del Cuidado del Oído, por lo que en el Hospital San José de Querétaro te compartimos algunos consejos sobre cómo prevenir la pérdida de la audición.
Primero hay que definir que cuando alguien tiene pérdida de audición, no es capaz de oír tan bien como una persona, cuyo sentido del oído es normal. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 60% de los casos de pérdida de audición en niños se deben a causas prevenibles.
Hay que considerar que la pérdida de audición puede ser leve, moderada, grave o profunda, dependiendo de su grado de afectación, así como que puede afectar a uno o ambos oídos.
La sordera o la pérdida de audición en niños puede ser por factores hereditarios o a complicaciones durante el embarazo y el parto, entre ellas: rubéola materna; sífilis u otras infecciones durante el embarazo; bajo peso al nacer; falta de oxígeno en el momento del parto; uso inadecuado de ciertos medicamentos; ictericia grave durante el período neonatal.
Las causas adquiridas de la pérdida de audición, a cualquier edad, pueden ser por algunas enfermedades infecciosas, como la meningitis, el sarampión y la parotiditis; la infección crónica del oído; la presencia de líquido en el oído (otitis media).
Otras causas adquiridas son por el uso de algunos medicamentos para tratar infecciones neonatales, paludismo, tuberculosis y algunos tipos de cáncer; traumatismos craneoencefálicos o de oídos.
También afecta la exposición al ruido excesivo, exposición a sonidos muy elevados durante actividades recreativas (uso de aparatos de audio personales; en bares, discotecas, conciertos y acontecimientos deportivos, etc.).
Asimismo, el envejecimiento, es una de las causas principales de la pérdida de audición, por la degeneración de las células sensoriales.
Otra causa puede ser la obstrucción del conducto auditivo producida por cerumen o cuerpos extraños. En los niños, la otitis media crónica es una causa común de pérdida de audición.
Es importante realizar el Tamiz Auditivo Neonatal a fin de poder identificar, en los primeros días, si recién nacido presenta algún grado de pérdida auditiva, a fin de poder dar seguimiento y tratamiento oportuno con un especialista en audiología pediátrica.