De acuerdo con datos de la Organización de la Salud (OMS), aproximadamente 71 millones de personas padecen infecciones crónicas por hepatitis C a nivel mundial y alrededor de 400,000 mueren cada año debido a enfermedades hepáticas relacionadas con la hepatitis C.
Los factores de riesgo adicionales pueden incluir: sangrado de la boca o las encías, menstruación, herpes labial, una infección de garganta, verrugas genitales o herpes o labios dañados y agrietados.
El virus de la hepatitis C vive en la sangre y en ciertos fluidos corporales. El intercambio de semen también puede causar infección.
Aparte del contacto sexual, también podemos adquirir el virus de la hepatitis C a través de compartir cepillos de dientes, máquinas de afeitar y tijeras de aseo, piercings en el cuerpo, la inyección de drogas, tatuajes no regulados, el uso de drogas intranasales o inhalación de drogas, haber nacido de una madre infectada con el virus, al amamantar, si los pezones están agrietados o sangrando, pues no se transmite en la leche materna.
Una persona con hepatitis C debe tener precauciones adicionales durante la actividad sexual para reducir el riesgo de transmitir la enfermedad.
Algunos factores de riesgo:
-Una carga viral alta
-Actividades sexuales extremas
-Una persona con una infección aguda a causa del virus de la hepatitis C
-Individuos que tienen múltiples parejas sexuales
-Tener ya una infección de transmisión sexual o VIH
-No usar protección de barrera, como los preservativos, durante la actividad sexual
Fuente: Muy Interesante