La buena educación empieza en casa, y que mejor enseñanza que desarrollar hábitos en tus hijos para que cuiden su salud, para que puedan desarrollarse adecuadamente y prevenir enfermedades.
Se entiende que los hábitos son esas acciones que, a base de repetirlas, se convierten parte de nuestra forma de hacer las cosas.
Si como papá destinas el tiempo suficiente a la enseñanza de rutinas saludables a tus hijos, será la mejor inversión de tu vida.
Explícales sobre qué es la higiene y el papel que juegan los gérmenes cuando se enferman. Hay que aprovechar los primeros años de vida, cuando generalmente ellos quieren imitar todo lo que ven y su cabeza es como una esponja absorbente de conocimientos.
Háblales de las cosas limpias y sucias, que las sucias no debe llevarlas a la boca; todo sin exagerar, es completamente normal que quieran jugar en la tierra o el piso.
Si bien, al principio es algo dificil y deberás hablarlo con ellos una y otra vez, con el tiempo las irá comprendiendo y desarrollará el hábito de cuidarse.
El ejemplo es el mejor ejemplo para tus hijos, es por ello que tú debes ser el primero en llevar una dieta equilibrada y variada; si eres de los que come cosas fritas, dulces o refrescos, no esperes que tus pequeños se alimenten de manera distinta.
Contar con una buena alimentación garantiza que obtengan los nutrientes suficientes para todas sus actividades. Bríndale alimentos de acuerdo al “plato del buen comer”, con porciones diarias de carbohidratos, proteínas y grasas.
Puedes seguir los siguientes consejos:
¡Recuérda, muchas frutas y verduras, combina cereales y pocas proteínas!
Comida rápida; limítala al máximo, así como los panes o galletas elaborados industrialmente
Poco a poco tus pequeños irán descubriendo sus platos favoritos y con el tiempo aprenderán a probar cosas nuevas.
Dentro del cuidado de la alimentación es importante establecer horarios fijos, planear las comidas con antelación, compartir cuando menos una comida al día con la familia y hacer comidas atractivas.
Recuerda que el 70% de nuestro cuerpo es agua y que este vital líquido ayuda a hidratar los órganos, así como eliminar toxinas. En este caso, mientras más, mejor. Evita que consuman bebidas con azúcares añadidas y limita el darles muchos jugos de frutas naturales, es mejor rebajarlos con agua.
Un hábito obligatorio que debe realizar cuando menos dos veces al día; explícales el proceso y cómo usar el cepillo.
Platícale de la importancia del cuidado de sus dientes, a no usarlos para abrir artefactos como botellas o envases o morder objetos duros que terminan lastimándolos.
Llévalos periódicamente al dentista, no sin antes hablarle de su trabajo y qué sucederá durante la consulta.
Esta práctica es tan importante que hasta existe un día Día Mundial del Lavado de Manos declarado por la Organización Mundial de la Salud.
Lavar las manos antes de comer y despúes de ir al baño, así como después de jugar; ayuda a reducir los riesgos de contraer una enfermedad.
Explícales el proceso adecuado para hacerlo.
Enséñales a mantener su habitación limpia todos los días; la cama tendida, los juguetes en su lugar, la ropa sucia en el cesto y la limpia en el cajón que corresponda; esto incluye no comer ahí.
Además de facilitar su limpieza para ti, es una de las mejores manera de enseñarles la importancia del orden.
Para que desarrollen adecuadamente su cuerpo, es importante que tenga cuando menos una hora diaria de actividad física moderada que le permita mejorar su masa corporal, su estado de ánimo y, aunque no lo creas, hasta su rendimiento escolar.
Tus pequeños deberán realizar una actividad física que los divierta.
Además puedes realizar otro tipo de actividades como salir a pasear a su mascota, sacar la basura, planes familiares al aire libre los fines de semana o jugar alguna competencia; su sistema cardiovascular te lo agradecerá a la larga.
Tus pequeños deben descansar las horas adecuadas para poder contar con suficiente energía para el día siguiente. No los dejes dormir tarde por ver la televisión o estar jugando. Establezcan un horario y una rutina definidos para que cuando digas, ¡a dormir!, sea en ese momento.
Sí como lo lees, claro, todo de acuerdo a su edad; explícales las partes de su cuerpo y sus nombres reales, las diferencias que tienen con el sexo opuesto, háblales del respeto hacia su cuerpo y el de los demás, cómo cuidarlo de golpes o accidentes, y cómo cuidarse de los extraños.
Acudir al médico de manera preventiva y no sólo cuando padecemos alguna enfermedad es básico para la salud; el pediatra puede valorar si el desarrollo y funcionamiento de su cuerpo es el correcto y darte recomendaciones para evitar futuras enfermedades.
Él estará al pendiente de su esquema de vacunación, llevará su historial médico y podrá alertarte cuando exista algún problema, a fin de poder tomar las medidas adecuadas.
En esta parte, te recomendamos realizar un check-up infantil, cuando menos una vez al año, a fin de conocer de manera completa su estado de salud, lléva los resultados del check-up a su pediatra, será información muy valiosa.
¿Cómo crear hábitos nuevos?